Se cree que a medida que un pueblo con un sistema democratico se hace mas maduro sus electores se van haciendo mas juiciosos, sofisticados y mas selectivos al momento de escoger a las personas a las cuales habran de confiarles los destinos de su nación y la administración de los bienes publicos. Esa es la norma para la mayoria de los paises mas no es el caso de la Republica Dominicana.
El votante dominicano parece seguir el camino del cangrejo, aparentemente mientras menos calificado un politico es (en terminos de preparación intelectual, experiencia y vocación de servicio) mas posibilidades tiene de ascender en la vida publica, los ejemplos abundan pero baste citar tres: Hipolito Mejia, Danilo Medina y Amable Aristy Castro. En cualquier pais del mundo ninguno de estos tres personajes resistiria el analisis elemental sobre su viabilidad electoral, sin embargo en nuestro pais muy probablemente estos tres caballeros terminen siendo quienes se disputen el poder en las elecciones del proximo año y casi con certeza se puede afirmar que el pueblo se volcará a votar por estas opciones.
En el caso de Amable Aristy Castro tenemos a un dirigente politico que carece de las condiciones minimas para ser regidor y aun asi este hombre ha sido Diputado, Senador, Presidente del Senado y Presidente de la Liga Municipal Dominicana por mas de diez años. Lo que Amable Aristy tiene a su favor es saber jugar bien al clientelismo, dar dinero (publico claro está), arrojar salamis, puercos y gallinas a una multitud que se comporta como si viviera en Etiopia, Sudan o Somalia.
De su parte Danilo Medina es un hombre sin carisma, sin historial en el sector privado y cuya carrera se ha desarrollado exclusivamente en el sector publico llegando a ser Presidente de la Camara de Diputados gracias a la benevolencia del Dr. Joaquin Balaguer, posteriormente con la llegada al poder de los peledeistas su función principal como Secretario de la Presidencia fue integrar las bases de su partido a la nomina publica y conducir al Presidente Leonel Fernandez por el camino del clientelismo vulgar que ha caracterizado los tres periodos de gobierno del PLD. Medina es el claro favorito para ganar la nominación presidencial peledeista lo cual demuestra una terrible falta de imaginación e inspiración en los votantes del partido que fundara Juan Bosch.
Finalmente tenemos a Hipolito Mejia, un hombre que llegó a la Presidencia de la Republica en el año 2000 para pesar de todos los dominicanos, un presidente fallido en todos los ordenes, vulgar, chabacano e incapaz de dar solución a los problemas de la nación. El gobierno de Hipolito Mejia se caracterizó por el desorden administrativo, la inflación, el desempleo galopante, el endeudamiento desenfrenado y las payasadas de un hombre sin gracia y sin talento para la comunicación.
Los votantes tienen mejores opciones dentro de cada partido pero los dominicanos suelen actuar como si la vulgaridad, la corrupción y la falta de talento fueran atributos indispensables para que alguien sea digno de ejercer la administración publica, lo cual es una verdadera pena.
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