El 17 de diciembre del 2010 Mohammed Bouazizi generó la chispa que ha dado origen a un movimiento democratico que se ha expandido por todo el Medio Oriente. Bouazizi un joven de 26 años, vendedor de frutas, tras ser humillado y golpeado y despojado de su unico medio de sustento decidió en un acto de protesta inmolarse al pegarse fuego en plena plaza Sidi Bouzid en la capital de Tunez. Este hecho dio lugar a una serie de manifestaciones iniciadas el 24 de diciembre y menos de un mes despues de ocurrido el incidente el sacrificio de Bouazizi se habia llevado de encuentro el gobierno de Zine el Abidine Ben Alí quien encabezaba un regimen dictarorial que ya contaba 23 años de duración. Las manifestaciones pacificas en pro de la democracia se extendieron como polvora por toda la región; desde Yemen hasta Marruecos pasando por Jordania y Argelia, en todas partes se levanta el grito de la libertad.
El 25 de enero las protestas llegan a Egipto, la Plaza Tahrir en la ciudad de El Cairo seria el epicentro de las manifestaciones que exigian la salida del dictador Hosni Mubarak quien seria forzado a dejar el poder el dia 11 de febrero de este año. De Egipto las protestas se trasladan a Libia donde el dictador y confeso terrorista Muamar Al Gadaffi ha resistido durante las ultimas tres semanas y ha combatido a fuerza de tiros y bombazos las ansias de libertad del pueblo libio, se especula que cientos sino miles de personas han perecido; la victoria de Gadaffi es inminente y los lideres reberdes advierten que de triunfar Gadaffi este podria liquidar hasta medio millón de personas en la ciudad de Benghazi, el bastión de la insurgencia.
Mientras vemos como se escribe la historia delante de nuestros ojos asi mismo el mundo ha podido presenciar la total falta de acción de liderazgo del gobierno de los EEUU el cual ha sido incapaz de intervenir en estas acciones. Barack Obama nuevamente ha votado "presente" en medio de esta crisis y mientras militares, diplomaticos y hasta La Liga Arabe piden una zona de exclusión aerea sobre Libia, el Presidente Obama continua con una indecisión que escandalizaria al propio Hamlet.
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